Con la pandemia, las organizaciones debieron cambiar su forma de trabajar, y agilizar el proceso de transformación en el mundo digital. Las profesoras Sofía Vásquez y Tania Guimac explican las nuevas tendencias y retos de las empresas, ante la nueva realidad.
Por Betsy Salazar Guerrero. 05 julio, 2021. Publicado en Suplemento Semana, El Tiempo, el 04 de julio del 2021.La pandemia del coronavirus impactó las estructuras y la forma de trabajo de todas las organizaciones, que tuvieron que acelerar sus procesos de digitalización y responder de manera rápida a la adaptación que exigía esta nueva normalidad. Asimismo, comenzaron a aparecer o potenciarse conceptos como el teletrabajo y la organización a distancia, los cuales se han convertido en una necesidad y una nueva dinámica de trabajo que, por ahora, está de forma permanente.
Para Sofía Vásquez, profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura, las nuevas estructuras organizacionales buscan otorgar mayor autonomía a los trabajadores para que puedan actuar rápidamente frente a los imprevistos que se presenten en el día a día. Ahora, los antiguos procesos de supervisión y control ya no aplican a la nueva realidad, por lo que factores como la calidad del trabajo en equipo, la adecuada gestión de influencias y la efectiva aplicación de la autoridad otorgada por el puesto juegan un papel imprescindible en la sostenibilidad de la empresa, según el sector en el que opera.
Vásquez sostiene que la organización de las empresas ha respondido principalmente a una combinación entre iniciativas privadas empresariales con procesos exigidos por el Estado para la realización del trabajo remoto y presencial, de ser el caso. De esta manera, se han implementado el teletrabajo, la elaboración de planes de vigilancia, prevención y control del COVID-19, chequeos médicos más frecuentes y protocolos de bioseguridad para salvaguardar la salud de sus colaboradores y clientes.
Gracias a estas nuevas estructuras, comenta Tania Guimac, profesora de la misma facultad y psicóloga ocupacional, las empresas han rearmado una organización más plana y con mayor agilidad en la toma de decisiones, lo cual de acuerdo con la coyuntura que se enfrenta es fundamental.
Las empresas más grandes tienen la facilidad de contar con ciertos respaldos económicos y una estructura organizacional más sólida, que les permite prescindir de algunos cargos y acotar la empresa. En caso de las más pequeñas, están haciendo todo lo posible para acomodarse en este contexto tan volátil y están redistribuyendo más tareas en otros puestos, para cumplir con las metas planteadas, indica Guimac.
La transformación digital
Según la consultora de negocios Real Time Management (RTM), la transformación digital es un proceso integral y gradual, especialmente útil para empresas híbridas (online/offline) que integra un Modelo 3×3 que incluye aspectos del negocio, operaciones y tecnología, desde frentes como la visión, pilotos y cambio cultural.
Desde el año pasado, las diversas empresas tuvieron que desarrollar e implementar soluciones digitales, capacitar a sus trabajadores y brindar facilidades para que puedan trabajar. Muchas no tenían contemplada esta modalidad de trabajo ni de los sistemas que requiere. Por ello, afirma la profesora Vásquez, los procesos de digitalización se han vuelto una necesidad, que obliga a los empleadores a reforzar los sistemas de tecnología de información utilizados.
Señala que esta aceleración de lo digital ha traído como beneficios la disminución de gastos generales (luz, agua, alquiler y mantenimiento de oficinas), que proporciona una mayor rentabilidad; y, por otro lado, ha permitido que las organizaciones contribuyan con el bienestar de los trabajadores, dada la facilidad para conciliar el ámbito familiar y laboral, lo cual posibilita una alta productividad de estos, debido a sus buenos niveles de satisfacción.
También, se han visto mayor agilidad en las gestiones ya que la burocracia ha disminuido, hay respuesta rápida para el cliente interno y externo, y disminución de algunos puestos de trabajo.
Sin embargo, en este proceso, refiere Tania Guimac, se han presentado algunos obstáculos: dificultad de los trabajadores para enfrentar el cambio, lo que ha generado desmotivación, bajo conocimiento de los procesos de este nuevo entorno, cierta dependencia de las plataformas, sobre todo, cuando hay averías en el sistema pues no se puede responder rápidamente, y la reeducación del cliente en la nueva forma de realizar sus consultas y gestiones.
Además, agrega Vásquez, se han presentado dificultades relacionadas con la supervisión de los empleados y al control del proceso administrativo; pero, esto de cierta forma ha fortalecido las relaciones de confianza entre el trabajador y el empleador.
¿Qué otros retos enfrentan?
A nivel de gestión de talento, las empresas están enfrentando retos de selección, capacitación y desarrollo. En selección, explica la profesora Guimac, buscan en la presencialidad y la virtualidad los mejores perfiles y después, se genera un proceso de inducción que acerque al colaborador a la empresa, para que se involucre y pueda vivir la experiencia de la cultura de la empresa.
En temas de capacitación, se enfocan en fortalecer competencias blandas para personal específico a los que se les difunde todas las medidas de seguridad. Y, dentro del desarrollo, se han reinventado los procesos de comunicación y la realización de seguimiento y cumplimiento de objetivos.
Asimismo, se están gestionando temas relacionados con la salud física y mental, lo cual se convierte en un reto importante porque se debe solicitar al colaborador documentos para toda clase de justificación; lo que podría poner en peligro la confianza establecida entre esta y la empresa.
Por otro lado, Sofía Vásquez menciona que otro reto es la capacidad de las empresas para mantener motivados a sus trabajadores ya que los constantes cambios en el entorno, las necesarias reestructuraciones organizacionales y los despidos han contribuido a deteriorar el nivel de satisfacción y motivación que el trabajador experimenta frente a su trabajo.
“Es tarea del empleador buscar los medios necesarios para que los trabajadores se sientan comprometidos con sus labores, a través del reforzamiento activo del sentido de pertenencia, haciendo énfasis en los aportes de un trabajo bien hecho y fortaleciendo los vínculos de confianza dentro de la empresa”, sostiene la profesora Vásquez.
El papel del CEO
La función del Chief Executive Officer (CEO) en los cambios organizacionales resulta esencial por ser quien lidera y comunica no solo con palabras sino con una coherencia total entre lo que dice y se hace en la empresa. Es el primero en creer y ejecutar, mostrando siempre con el ejemplo, asegura Tania Guimac, pues representa en vida a la empresa; de lo contrario, baja la confianza en la organización, disminuye la motivación y hay un impacto negativo en la productividad.
En este contexto, agrega Vásquez, los CEO han tenido que generar nuevas formas para guiar a sus equipos hacia el logro de los objetivos conjuntos. Por ello, factores como la comunicación constante, la gestión del talento cambiante, la motivación al reaprendizaje y el fomento de cocreación han llevado a seguir manteniendo los resultados económicos esperados, al menos en el corto plazo.
El nuevo perfil del colaborador
Sofía Vásquez y Tania Guimac afirman que lo que más están buscando las empresas en sus trabajadores son habilidades blandas enfocadas en su flexibilidad y capacidad de adaptación porque las condiciones actuales han demostrado que la agilidad de aprendizaje es importante para que el trabajador pueda seguir generando valor dentro de la empresa. De igual modo, la capacidad de autoaprendizaje, la adquisición de nuevas competencias y la solución rápida a los problemas configuran el perfil de trabajadores que se necesita.
Las empresas también están centrándose en un tema competencial muy alto; por ejemplo, a nivel técnico, los puestos relacionados a lo digital son los más demandados.
Situación en Perú
Tania Guimac refiere que el Perú como cultura tiene una característica resaltante: la resiliencia con la que se tiende a superar las dificultades, con una respuesta creativa ante la adversidad. De ello, ha dado frutos la reinvención de muchas empresas, que implicó el giro del negocio o un paso hacia atrás en la cadena, pero buscando la rápida forma de seguir.
“Se han organizado de la mejor manera y como han podido, sumando todo el aprendizaje del 2020 y enfrentando la ‘nueva realidad’ con valentía. Esta pandemia no vino con manual del usuario; por lo tanto, el nivel de incertidumbre era día a día. Gracias a los líderes y sus competencias se han mantenido el resurgimiento de la empresa”.
En el caso de otras muchas, han tenido que cerrar por ser lo más factible para ellas, pero, no cabe duda de que estarán buscando la forma de reinsertarse en el mercado nuevamente.